La figura del monstruo evoca
aquello que tiene que ser combatido o de lo cual uno huye porque es un peligro
inminente. Una parte considerable de la
literatura universal contiene temas épicos en los que siempre sobresale un gran
combate; a menudo se trata de luchar contra distintas clases de bestias
potentes y crueles. Persistentes y despiadados: autenticas monstruos, incluso
si se tratara de seres humanos.