La búsqueda de la
unidad de los cristianos no es algo opcional. Forma parte de nuestro ser de
discípulos del Señor, que oró con palabras de inequívoco significativo: “Que sean uno” (Juan 17)
El
camino hacia la unidad no es sencillo ni parece breve. Y
es ahí donde puede hacer su aparición la impaciencia, que tiene dos vertientes
principales.