Se trata de un cuadro francamente
surrealista, que prescinde de lo que objetivamente es el Magisterio, y que
sirve a aquellos que quieren el cambio doctrinal en cierta dirección y que quieren
el cambio doctrinal de la Iglesia en cierta dirección y que usan cualquier medio
para lograrlo, buscando crear una mentalidad favorable de cambio.