La mala suerte que el Papa
tiene con sus amigos es evidente para todos.
Es verdad que a muchos les
gusta más la forma de predicación de Juan Pablo II y de Benedicto XVI.
Al Papa le pedimos que sea
testigo de Jesucristo, que nos anime a vivir la fe, que nos muestre al que es
el camino, Verdad y Vida, y nos anime a la conversión.
Los amigotes nunca utilizan
las palabras: Cristo, salvación, fe, conversión… a cambio mantienen un abuso de
la palabra profeta.
Terrible seria que en la
Iglesia universal tuviera que medirse por ser mas amigos de Evo Morales que de
la Merkel.
El Papa, el obispo, el
sacerdote… de CRISTO…