La filosofía realista
demuestra que la religión católica es ciertamente creíble.
La fe no se opone a la razón
sino que supone la razón y supone al filosofía para hacerla razonable y
aceptable.
La teología católica queda
comprometida, cuando pretende apoyarse en algunos sistemas filosóficos modernos
y de actualidad.
En el momento en que en que
Kant hace la distinción entre el fenómeno y noúmeno, queda negada la capacidad
del hombre de alcanzar la verdad última en sí misma.