Monseñor Juan Vicente Córdoba
es obispo de la diócesis de Fontibón, en el perímetro de la ciudad de Bogotá. Hasta
hace poco era porta voz de la Conferencia Episcopal de Colombia. En el
ejercicio de ese elevado cargo, en
distintas ocasiones y escenarios ha presentado la posición de la Iglesia en
contra de adopción de niños por parte de las parejas homosexuales. Sus
argumentos y forma de exposición, en cuanto ese tema, han sido fieles a la
enseñanza oficial de la Iglesia, y a
la vez útiles en contexto en las discusiones caldeadas y polémicas de estos
temas hoy.
Bueno, esto nos recuerda las palabras de Jesús cuando hablando con Dios Padre decía, que aunque nosotros estáis en el mundo no pertenecemos a él y por eso pidió que nos proteja, no que nis saque del mundo.......La Iglesia de Cristo, aunque esta en el mundo no pertenece al mundo, pero mucho de nuestros lideres se han sumergido mas en las cosas del mundo, que en la vocación a la que han sido llamada y detrás de ellos el resto de la iglesia. Estamos perdiendo el rumbo y sin poder expresarlo, pues toda critica hecha en esa dirección, ya es juzgar y como nos mantienen neutralizados y callados con la frase cuasi satánica para mi de :" No juzgue"..... Asi no vamos a terminar bien, los casos de pederastas en la iglesia, han mostrado que el camino no es tapar y quedarse callado frente a lo que no está bien, hay que corregir, hay que hablar y hay que mostrar el norte y lo que realmente está correcto, pues relativizando tanto la moral de nuestra iglesia, ya vemos que ni los obispo mismos se enteran de lo que se debe hacer y como. Bendiciones y valentía, deseo para todos nosotros.
ResponderEliminarTal como va el tema, parece que así como los vehículos pasan cada cierto tiempo una inspección técnica para comprobar si están a punto, también debería el clero pasar por revisiones periódicas y cursos especiales para renovarse. Sin una revisión continua algunos se quedan inservibles para el apostolado.
ResponderEliminarCon la cantidad de buenos pastores en potencia que vemos a diario entre el clero, sorprende mucho que acaben nombrados personajes así. Que se lo hagan mirar de una vez...
ResponderEliminarEs caritativo poner aceite sobre las heridas, pero no lo es dar jabón para que pase un error que no cuela.
ResponderEliminarSer solidario con el pecador no es tapar el pecado.
Lo sentimos por Monseñor, pero rechazamos lo que hizo y oramos por el, le perdonamos, pero no hagamos componendas que disimulen lo ocurrido. No señalemos la humildad que no existe en pedir unas disculpas protocolarias.
Si una persona no esta a la altura del cargo que ostenta es mejor tener la humildad de dejarlo y seguir sirviendo al Señor en aquello que se adecue a su capacidad.