Y las señoras, señoritas y niñas católicas.

Y las señoras, señoritas y niñas que se tienen por católicas, que viven en la vanguardia de la última moda, que ya no sienten vergüenza de mostrar las espaldas, el ombligo con panza y todo, de mostrar los bellos púbicos y los tatuajes a la entrada de la cola, y que desean ser codiciadas de todos los hombres incitando al placer sexual con sus condones metidos dentro de sus intestinos, a ellas le recomendamos que sigan cada día al pie de la letra las modas corrompidas, dar rienda suelta a la lujuria que se empeloten y sigan la locura del mundo porque será la única alegría que encuentran es su vida vacía.

Las señoritas, señoras y niñas, ustedes no son dementes ni retrasadas mentales, cuídense mucho para que los hombres no las irrespeten, mi consejo en este caso es que: «en lo posible no vistan así, lo digo por su bien».

Algunas personas que me leen pensaran que estoy echado a la antigua, pero en verdad les digo: «Que esta generación es esclava de modas que ni paganas, ni las religiones falsas no utilizarían con tanta naturalidad como las señoras, señoritas y niñas lo hacen».

Claro está y lo aclaro que muchas mujeres visten así por cuestión de sexualidad, o para mostrar lo sexis que se pueden ver, pero muchos hombres las pueden ver solo como «objeto sexual».

No soy de aquellos que manda al infierno a las mujeres por vestir de esta forma. Porque me parece que los que mandan al Hades a las mujeres por escotes y minifaldas, son los que le tienen miedo al placer y en el fondo el deseo los mata, son los que sensatamente muchos llaman: «Acomplejados sexuales». Son aquellos asolapados o asolapadas que hablan de castidad cuando en el fondo se mueren por experiencias sexuales, entre estas personas se encuentran chicas que critican a otras mujeres por vestir con escotes y minifaldas, cuando se les hace la pregunta: ¿Usted vestiría así? Responde sinceramente: ¡Sí tuviera treinta kilos de menos hasta de pronto sí!... Y por el lado de los cabellos cuando ven a una mujer que se viste así dicen: ¡Que falta de moral, como visten las mujeres mostrando todo lo que poseen! Pero las miran con deseo y muchos de estos moralistas que son en verdad hipócritas las miran con morbo.

Por otra parte, soy testigo de accidentes que han ocurrido por hombres que manejan moto o carro, por estar mirando a una mujer, con escote o minifalda; lógicamente esto es una distracción para el hombre de grandes proporciones, por lo tanto les digo también a los hombres: «cuando estén manejando concéntrate» y recuerde la historia que te voy a contar: «En una ocasión un perrito estaba cruzando la calle, cuando paso un carro con mucha velocidad y le quito la cola, el perrito se puso a buscar la cola hasta que la encontró en la mitad de la calle, la cogió con el hocico y paso un carro y le quito la cabeza. La moraleja de este cuento es: “No perder la cabeza por una cola”».

Mis queridas amigas es un consejo no es nada personal.

N.B: Muchos hombres y mujeres, se entregan sinceramente a la castidad, por el Reino de Dios o por otros proyectos de vida.


Tu amigo de siempre Diego García. 



Diego García

Soy el administrador del Pensamiento Serio. Soy un lector de filosofía, libros que hablan de pensamiento humano, mi corriente filosófica es: neo-realismo analógico. Escritor de blog, artículos, creador del proyecto «pensamiento serio»

Publicar un comentario

Espero comentarios adjuntos en alguna de las entradas de mi página web, preguntas cortas e interesantes, en el formulario de este portal o por correo electrónico. Las interpretaciones que se den a esta exposición: clara, concisa, profunda y precisa no es responsabilidad de Diego García; sino de la persona que escribe la critica positiva o negativa, no se responde por daños o perjuicios que se causaran por dichas notas.

Artículo Anterior Artículo Siguiente