A través de la historia e inclusive hoy en día, existe una presión social y cultural en la mayoría de países occidentales e incluso en el mundo entero, en las mujeres solteras mayores de 25 años y en hombres solteros mayores de 35 años de edad, en cuanto al matrimonio; expresiones como: te dejo el tren, o el humo del tren que pasó, te vas a quedar solterona o vas a estar solo para toda la vida, etc… son expresiones comunes que oímos, como si la única realización personal fuese el matrimonio y tener hijos.
Por tantas presiones sociales y complejos mentales, muchos toman la decisión equivocada de casarse de afán, porque tocó, por miedo a quedarse solo, o porque simplemente creen que él matrimonio es el único camino a la felicidad, a ser plenos, a vivir la vida.