Dante Urbina. Apologetas, fe y espectáculo: una crítica desde la periferia

 

Apologetas, fe y espectáculo: una crítica desde la periferia
 
"Las redes sociales son una trampa".
Zygmunt Bauman 
 
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Por Diego Fernando García 

diego@pensamientoserio.com

Dante Urbina responde al reto a debate del Pastor Eduardo Gutiérrez 

El algoritmo de YouTube me mostró un video de Dante Urbina, titulado «Dante Urbina responde al reto a debate del Pastor Eduardo Gutiérrez». Vi el video y, sinceramente, me sorprendió cómo termina: aceptando, de hecho, el debate. Lo curioso es que, durante el mismo video, el economista afirmó que Gutiérrez no era serio, y tampoco Barragán. Mostró algunas miniaturas para sostener lo que decía.

Por otro lado, Dante no habló en ningún momento sobre si sus interlocutores tienen títulos académicos, ni quiso referirse a ese tema.

El video termina con unas palabras de Urbina diciendo:

“Como cristianos entonces, si ustedes aceptan este debate pasamos a una comunicación de lo más cordial entre mi persona y el pastor Eduardo Gutiérrez que sería el intermediario del equipo protestante formado por Eduardo Gutiérrez y Salvador Barragán ya pero yo mantendré una comunicación muy cordial, esos son los términos, vengan al debate y los dos juntos necesariamente los dos y vamos adelante esas son las condiciones, esas son las circunstancias tómenlo o déjenlo, los espero en el debate a los dos”[1]

De lo anterior se deduce fácilmente que Dante aceptó debatir con estos dos caballeros. El gran problema surge cuando una persona se salta sus propias normas: luego puede ocurrir que otros también le pidan debatir, y eso, en efecto, suele suceder.

Por otra parte, es muy lamentable que ocurra este tipo de situaciones. Ambos caballeros, tanto Gutiérrez como Barragán, insultan de forma bastante fuerte a la Iglesia Católica, y no se expresan con el respeto que un diálogo exige. Por lo tanto, resulta un error darles espacio.

En este mismo sentido, me gustaría reflexionar sobre lo que expresó el filósofo Zygmunt Bauman en su obra Modernidad líquida, cuando alude, de forma implícita, a figuras como el “Gran Hermano”. Me refiero a ciertas actitudes que adoptan algunas personas con tendencias dictatoriales, lo que el mismo papa Francisco ha llamado, en varias ocasiones, una excesiva rigidez. Así, los seguidores de algunos apologetas terminan aceptando este tipo de vigilancia blanda, al tiempo que muestran una marcada debilidad en sus ideas. Buscan nutrirse del discurso de ciertos académicos que, lejos de encarnar el espíritu clásico del filósofo que lleva el pensamiento a la calle, se limitan a decir: “vengan de a dos”.

La paradoja es clara: ningún académico serio desea entrar en ese tipo de confrontaciones. Y es que no se trata de una dictadura al estilo de Orwell. Nada más lejos. Dante Urbina no tiene ni la capacidad de vigilar ni de manipular a la mayoría de los católicos. Lo que sucede es que son las propias personas quienes se entregan voluntariamente como víctimas expiatorias, mientras un personaje revestido de intelectualidad asume el rol de guía. Esta situación recuerda a la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel. No es que Dante piense de ese modo, pero sí reproduce una forma de auto-referencia que el papa Francisco ya ha advertido como problemática.

Siguiendo esta línea, lo que ocurre es un paso del “Gran Hermano” al espectáculo, al circo. No tanto en la apologética en sí, sino en las publicaciones que cobran notoriedad en redes sociales, dentro del mundillo del ciberespacio. Se trata de un claro caso de mediatismo: volverse mediático a través de temas que generan morbo y estimulan reacciones primarias. Todo esto se justifica bajo el pretexto de “defender la fe”. Sin embargo, la lógica de la auto-referencia no permite ver la realidad: la Iglesia Católica, como institución, no avala ni promueve este tipo de debates por YouTube.

Ciertamente, con espíritu crítico, esta es mi segunda reflexión en esta página web sobre el buen Dante. Espero que se entienda el tono, y al mismo tiempo, reconozco —como muchos— que Dante es muy sólido en lógica y argumentación. Sin embargo, lo que me sorprende es que, desde un lugar que presume de académico, se descienda hacia el espectáculo.

Frente a ello, cabe preguntarse: ¿la fe se defiende como en un partido de fútbol? ¿Acaso Dios necesita abogados? ¿No es todopoderoso, omnipotente, para defenderse por sí mismo? ¿A dónde nos llevará esta auto-referencia?

Termino diciendo: prefiero ser fiel a mí mismo, aunque más de un católico quiera darme a beber cicuta, como ocurrió con Sócrates.

Tu amigo de Siempre Diego Fernando García. 

 


Referencias Bibliográficas  

[1] Urbina, Dante. Dante Urbina responde el reto a debate del Pastor Eduardo Gutiérrez. Min. 1:02:46 Youtube.com, 2025. https://www.youtube.com/watch?v=CtNp9rh9t18&t=3030s.

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Diego García

Soy el administrador del Pensamiento Serio. Soy un lector de filosofía, libros que hablan de pensamiento humano, mi corriente filosófica es: neo-realismo analógico. Escritor de blog, artículos, creador del proyecto «pensamiento serio». Me gusta el tomismo y la Filosofía Colombiana.

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