SEÑALES DE INMADUREZ EMOCIONAL

 




Colaboración de: Yuri Chavarry Tello

Psicólogo Clínico

 

Una persona inmadura emocionalmente se caracteriza por una dependencia exacerbada, que la hace más vulnerable al placer y poco tolerante al dolor. Recuerdo a una paciente que apenas era capaz de afrontar la vida. No podía resistir la incomodidad y, cuando tenía hambre, sueño o cualquier otra necesidad psicológica o biológica, se ponía de mal humor. No podía lidiar con ningún problema, por más simple que fuera, y presentaba una marcada tendencia a conductas adictivas.

 

Siempre se enganchaba a cualquier situación placentera y entraba en crisis cuando las cosas no salían como ella quería. Por más que intentara, la realidad no se ajustaba a sus exigencias (Personalidad Neurótica). En su cuerpo de mujer adulta habitaba una niña egocéntrica que se resistía a crecer, y su tolerancia a la frustración era casi nula.

 

Solo después de varias sesiones terapéuticas comenzó a modificar ese pensamiento distorsionado que consistía en creer que el mundo es una extensión de su ser.

 

¿Cómo detectar si una persona no tiene madurez emocional?

 



Intolerancia al Dolor: No aguanta la incomodidad, sea cual sea, y hará lo que sea para evitar el dolor físico o psicológico.

 

Baja Tolerancia a la Frustración: Si las cosas no son como le gustaría, se alterará y tendrá rabietas, aunque pueda disimularlas, siempre serán berrinches.

 

Hipersensibilidad: Debido a su piel psicológica muy delicada, se preocupará más en aliviar el disgusto que siente que en solucionar el conflicto, dejando las cosas inconclusas.

 

Resistencia a la Crítica y Autocrítica: Tiene dificultades para observarse a sí mismo, lo que resulta en un autoconocimiento deficiente.

 

Ilusión de Permanencia: Cree que el mundo debe ser estático y que nada cambia. Su mente no está preparada para la pérdida y nunca queda satisfecho (Recuerdo a una persona que no disfrutaba de sus vacaciones porque sabía que en algún momento se acabarían).

 

Agresividad: Tiene un pobre control de impulsos, reaccionando de manera inadecuada ante cualquier estímulo que perciba como amenazante. Es incapaz de reflexionar; primero actúa y después piensa.

 

Para madurar emocionalmente es preciso "ver las cosas como son" y no "verlas como nos gustaría que fueran". Cuando aceptamos que la enfermedad, la vejez y la muerte forman parte de la vida, maduramos emocionalmente y aceptamos el sufrimiento natural (que es inevitable) que acompaña la experiencia de vivir.

 

En Audio 

 

 

 

En video

Si no puedes ver el video haga clic aquí: https://youtu.be/Cq-H-mp_5ww?si=snv_w7H_I32XXkch

 


 

Como citar este artículo 

 

REFERENCIAS:

 

Walter Riso. (2010). Desapegarse sin anestesia. Editorial Planeta

Goleman, D. (1995). Inteligencia emocional. Editorial Kairós

 

Psic. Yuri Chavarry Tello.

 


Diego García

Soy el administrador del Pensamiento Serio. Soy un lector de filosofía, libros que hablan de pensamiento humano, mi corriente filosófica es: neo-realismo analógico. Escritor de blog, artículos, creador del proyecto «pensamiento serio»

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