Tanto luteranos como católicos
pueden afirmar en conjunto la presencia real de Jesucristo en la Cesa del
Señor. «En el sacramento de la Cena del
Señor, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está presente total y
enteramente, con su cuerpo y su sangre, bajo los signos del pan y del vino»