Hace un rato He abierto, un día más, el buzón de la
correspondencia. Orondo y abundante durante el curso, preñado entonces de
noticias, convocatorias, urgencias y posibilidades, ahora deviene en magro y
casi inexistente. Apenas alguna cosa del banco, facturas mínimas de suministros
y anuncios de la última pizzería abierta
en la zona.