“El comportamiento de mañana
depende de lo que hoy cada hijo respira en medio de caricias o de las
discusiones de sus padres. El niño aprende a pensar en casa que los vecinos son
amigos o son enemigos, que los niños y las niñas merecen el mismo respeto o si
es mejor ser chico o ser chica (o al revés), hay que respetar o despreciar a
los que son de religión distinta a la propia. Seguir las reglas de tráfico,
respetar lo juguetes que se encuentren en una tienda, ayudar a un anciano a
cruzar la calle: todo esto será posible si en casa Chava o Lupita ven que sus
Padres les dan ejemplo y les enseñan las normas fundamentales de educación y
respeto”…