Con la llegada hace un par de semanas a Colombia de
la compañía americana NetFlix, se abrieron aún más las posibilidades de
alquilar películas legales en el país. Y es que la forma tradicional de
alquilar películas es ya obsoleta.
Atrás quedan entonces las famosas multas por devolver tarde las
películas, que tanto nos mortificaron.En estos nuevos modelos,
la película se descarga y, después de un tiempo acordado, automáticamente se
desactiva.
Netflix se une entonces a Apple, ofreciendo nuevos modelos para
ver películas en casa sin salir de ella, con un catálogo extenso y a un precio
formidable: $14.000 mensuales. Sin multas, sin ir a la tienda, disponibles
siempre. Todas las películas que se quiera.
Llegaremos, sin duda, al futuro que todos queremos: películas de
cartelera, disponibles en alta definición, descargadas en minutos desde un
catálogo completo, junto a series de TV y eventos especiales, a un precio
asequible, todo esto gracias a la magia del Internet y la fibra óptica.
Esta llegada sin duda mejorará la competencia de las tiendas de
video que ofrecen su modelo tradicional de la película física. El formato
Blu-Ray les da una ventaja tecnológica que deben aprovechar, aunque su
masificación ha sido mucho más lenta que la del DVD. Sus desventajas siempre
serán su política de multas y su inventario limitado.
Aplaudimos entonces la llegada de Netflix, esperando que las
tiendas tradicionales también vean en el Internet una oportunidad y ofrezcan
modelos similares, convirtiendo sus páginas Web en herramientas realmente
útiles para sus numerosos clientes.