Teodicea
de Tomás de Aquino.
Conocemos la existencia de Dios, no por intuición inmediata ni por
demostración a priori, sino posteriori, es decir, por las criaturas, arguyendo
de los afectos a la causa, en la forma siguiente.
a Partiendo
de las cosas que se mueven, sin tener en sí misma un principio de movimiento,
hasta llegar un primer motor inmóvil.
b Arrancando
de la producción de las cosas de este mundo por causas subordinadas entres sí, hasta llegar a una causa primera
no causada por otra.
Comenzando
por los seres corruptibles