OPINIÓN DE JOSÉ LUÍS NUNES
MARTINS
Necesito
tener un espacio propio y reconocer el de los demás. Necesito respetar, ser
respetado y respetarme.
Una planta necesita de tierra
fértil y de agua, de sol y de mar, de tiempo y de espacio. No consigue
desarrollarse por sí sola. Lo mismo ocurre con cada uno de nosotros. La mera
esencia de alguien no es suficiente para que se desarrollen todas sus
potencialidades.
Necesito de ti para ser yo.
Para darme y acogerte. Sin algún otro, diferente de mí, no hay amor y, sin
amor, no hay vida personal.
Somos cuerpo, razón, corazón y
espíritu. Estas dimensiones dependen unas de las otras y cada una de ellas
resulta también de la influencia del mundo que nos rodea.
Necesito de agua y alimento
para mi cuerpo. Vivo en un cuerpo y necesito su bienestar y salud.
Necesito el mundo, fe y amor
dentro de mí. Los sustentos de mi razón, de mi espíritu y de mi corazón.
Necesito
de espacio, de muchos espacios, donde pueda aprender, admirar las bellezas del
mundo y hasta de aquellas donde las desgracias me asombran. Necesito tener un
espacio propio y reconocer el de los demás. Necesito respetar, ser respetado, y
respetarme.
El intento de una
independencia total es, en este contexto, un egoísmo sin sentido, ya que no es
siquiera posible una autonomía, a no ser de palabra en los que creen ser
quienes no son.
No podemos todos ser todo.
Somos diferentes y tenemos contextos diferentes. Ahí está la raíz de nuestra
individualidad.
Lo que soy depende del
equilibrio entre mi interior y todo lo que está a mi alrededor.
Necesito crecer, querer ser
más, Corregirme y, tal como una planta, abrir los brazos y llegar más cerca del
cielo… llegar a ser uno, diferente y auténtico.
Ilustración Carlos Ribero
Tags:
octóvilo Mateos Matilla