Cuando hay dolor y frustración, hay una esperanza; una ilusión. Hay entornos difíciles pero que son apoyados por Jesucristo. La iglesia apoya a los pobres silenciosamente, sin propaganda.
En este momento hay almas que están siendo sanadas. Cuando se hacen talleres de zanación ellos tienen abrazos, las personas que tienen algún problema son aquellas que abrazan con mas fuerza; hay problemas no resueltos que se pueden resolver con la confesión. Existe la verdadera justicia y verdadera culpa, en este sentido el victimario no puede sentarse con la victima. Es muy importante sanar porque no puedo quedarme de victima, porque si me quedo de victima me convierto en victimario. El que es victima recibe un tratamiento especial. Para sanar la herida hay que volver a la herida, sangra un poco; y nadie quiere sufrir, pero por miedo de recordar se mantiene en un sufrimiento, es mejor sufrir mucho solo una vez.
Cuando se mezcla, la psicología y espiritualidad, el resultado es sorprendente. Porque donde hay autoestima y donde esta Dios se puede lograr cualquier cosa. Ya Federico Nichs nos recuerda. “quien tiene un porque aguanta cualquier como”, aunque no me gusta la parabrar aguantar, hay que decir que abecés la vida se pone cuesta arriba por lo tanto sin mantenemos en nuestro corazón un ideal, hay que luchar por El, no importando, ni las derrotas, ni las dificultades; solo los valientes no los cobardes obtienen buenos resultados.
En una ocaciòm un ateo famoso que no recuerdo su nombre iba encontrando la zanasiòn no a través de la fe sino a través de ideología, llego a decir: “Solo en la resurrección de la carne se podrá dar la justicia”. El no cree en la resurrección, pero si en la justicia. Es que para sanar debe haber compromiso, una necesidad insatisfecha, empezamos a cambiar cuando nos damos cuenta de nuestros errores, y cuando tomamos la decisión de pedir ayuda, quizás un psicólogo, o un amigo bien instruido, que conozca y ame la persona humana. Para sanar totalmente hay que tener el Espíritu Santo, conseguir un buen director espiritual, porque nuestras ideas nos pueden llevar a la equivocación en toma de decisiones, y lo que es peor a un abismo.
Finalmente hay que reflexionar la cotidianidad propia y la de nuestro país con criterio y con sentido de pertenencia.
En este momento hay almas que están siendo sanadas. Cuando se hacen talleres de zanación ellos tienen abrazos, las personas que tienen algún problema son aquellas que abrazan con mas fuerza; hay problemas no resueltos que se pueden resolver con la confesión. Existe la verdadera justicia y verdadera culpa, en este sentido el victimario no puede sentarse con la victima. Es muy importante sanar porque no puedo quedarme de victima, porque si me quedo de victima me convierto en victimario. El que es victima recibe un tratamiento especial. Para sanar la herida hay que volver a la herida, sangra un poco; y nadie quiere sufrir, pero por miedo de recordar se mantiene en un sufrimiento, es mejor sufrir mucho solo una vez.
Cuando se mezcla, la psicología y espiritualidad, el resultado es sorprendente. Porque donde hay autoestima y donde esta Dios se puede lograr cualquier cosa. Ya Federico Nichs nos recuerda. “quien tiene un porque aguanta cualquier como”, aunque no me gusta la parabrar aguantar, hay que decir que abecés la vida se pone cuesta arriba por lo tanto sin mantenemos en nuestro corazón un ideal, hay que luchar por El, no importando, ni las derrotas, ni las dificultades; solo los valientes no los cobardes obtienen buenos resultados.
En una ocaciòm un ateo famoso que no recuerdo su nombre iba encontrando la zanasiòn no a través de la fe sino a través de ideología, llego a decir: “Solo en la resurrección de la carne se podrá dar la justicia”. El no cree en la resurrección, pero si en la justicia. Es que para sanar debe haber compromiso, una necesidad insatisfecha, empezamos a cambiar cuando nos damos cuenta de nuestros errores, y cuando tomamos la decisión de pedir ayuda, quizás un psicólogo, o un amigo bien instruido, que conozca y ame la persona humana. Para sanar totalmente hay que tener el Espíritu Santo, conseguir un buen director espiritual, porque nuestras ideas nos pueden llevar a la equivocación en toma de decisiones, y lo que es peor a un abismo.
Finalmente hay que reflexionar la cotidianidad propia y la de nuestro país con criterio y con sentido de pertenencia.
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