"En cualquier
lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que este nuestro
grito de guerra haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para
empuñar nuestras armas y otros hombres se presten a entonar los cantos luctuosos
con tacleteo de metralladoras y nuevos gritos de guerra y victoria".
Ernesto
Guevara Laserna.