Libro primero.
Consejos útiles para llevar una vida espiritual.
Capítulo primero.
Imitación de Cristo, y el desprecio de las vanidades del mundo.
1. Enseñanzas de Jesucristo.
2. No vivir la vanidad de vanidades.
3. Evangelio.
4. Humildad y trinidad.
Capítulo segundo.
De la justa estima de sí mismo.
Ø La caridad.
Ø No dejarse llevar por el amor obsesivo.
Ø La ciencia infla.
Ø Hombres de sabiduría.
Ø Debilidad espiritual.
Ø Sublimidad de las relaciones humanas.
Capítulo tercero.
Enseñanza de la verdad eterna.
· Verdad eterna.
· Noticias inútiles.
· Tener contento a Dios.
· Amor eterno.
· A menudo nos aburrimos de oír y leer tantas cosas.
· Perfección e imperfección.
· Prudencia.
· Voluntad.
· Ser uno mismo.
Capítulo cuarto
Prudencia en las acciones.
o No fijar en palabras y consejos que se oye.
o Conocer la naturaleza humana.
o Gran sabiduría.
o No oír y hablar del prójimo.
o Santidad de vida.
o Lo divino.
o La misericordia.
Capítulo quinto.
Lectura de la sagrada biblia.
§ La sagrada biblia esta la verdad.
§ Leer con espíritu de fe.
§ Inspiración de Espíritu Santo.
§ Que nos guste las enseñanzas de los Santos.
§ La escritura nunca puede fallar.
§ Es útil para enseñar.
Capítulo sexto.
Afectos desordenados.






Capítulo séptimo.
Contra el orgullo y sus vanas esperanzas.
v Maldito el hombre que confía en el hombre.
v Tener buena voluntad.
v Elegancia cuerpo o belleza.
v No te imagines que eres mejor que otros.
v No mirar las apariencias sino el corazón.
v La gracia se da a los humildes.
Capítulo octavo.
Evitar la facilidad excesiva.
Ø Dejarse aconsejar de los sabios.
Ø Caridad para con todos.
Ø Buen comportamiento.
Ø Caridad en la fe y en la pureza.
Capítulo Noveno.
La obediencia.
ü No confiarse en los propios gustos o caprichos.
ü Muchos viven en la obediencia por necesidad no por caridad.
ü Aguardar la paz.
ü Vale más la obediencia que muchos sacrificios.
ü Seguir la opinión de otros ayuda al Espíritu.
Capítulo decimo.
No hablar demasiado.
· Aléjate de las charlas mundanas.
· La palabra ociosa es la que no hace bien, ni al que la dice ni al que la escucha.
· Huid de las vanas charlatanerías.
Capítulo décimo primero.
Como obtener la paz, y el deseo de progresar.
o Nos meternos en las cosas que no nos importa.
o Perfectos y contemplativos.
o Nos inquietan demasiado las cosas pasajeras.
o Seguimos, tibios y fríos.
o Hacernos violencia.
o Malas inclinaciones pecaminosas.
o Mucho por conseguir un verdadero progreso espiritual.
Capítulo Décimo segundo.
Los sufrimientos traen provecho.
· Estuvo bien sufrir porque así aprendí tus mandatos.
· No juzgar.
· No buscar consuelos humanos.
· No puede haber completa seguridad y paz perdurable.
· Estar bien con Cristo.
Capítulo décimo tercero.
Como resistir a las tentaciones.
Ø Milicia combate continuo.
Ø Velar y orar.
Ø El cuerpo es débil.
Ø En todas partes hay adversidad.
Ø Peligro de tropezar.
Ø Tentaciones superiores a nuestras fuerzas.
Ø Te basta mi gracia.
Ø No quedar desconcertado.
Ø Aceptación agradable a la voluntad.
Ø Conforme a la sabiduría y prudencia humana.
Ø Paciencia y fortaleza.
Capítulo décimo cuarto.
No juzguemos con severidad a los demás.
o Dios es el único fin de nuestra intención.
o Gente piadosa y religiosa.
o Personas bondadosas.
o Seguir el ejemplo de Jesucristo.
o Vivir en paz con todos.
Capítulo décimo quinto.
Obrar siempre por amor de Dios y por amor al prójimo.
I. Amar a los necesitados. Al pequeño y al pobre.
II. No tener envidia por nadie.
III. Amar al prójimo al que vemos.
IV. Todo en el cristianismo es amor.
Capítulo décimo sexto.
Sufrir con paciencia los defectos ajenos.
§ Hasta que Dios disponga otra cosa.
§ Paciencia y prudencia.
§ Voluntad en todo.
§ Corregir nuestros defectos.
§ Sufrir por amor.
§ Llevarnos los unos a los otros las cargas.
§ No despreciar al hermano.
Capitulo décimo séptimo.
La vida de piedad.






Capítulo décimo octavo.
El ejemplo de los Santos.
v sacrificar y mortificar la vida.
v Seguir la virtud.
v Escuchar la voz de Dios.
Capítulo décimo noveno.
Ejercicios que debe practicar el creyente fervoroso.
Ø Razonar todos los días nuestro buen propósito.
Ø Como sean nuestros propósitos así será nuestro adelanto.
Ø Por pereza o descuido se hace daño en el sentir.
Ø Prepara mejor para la partida de este mundo.
Capítulo vigésimo.
Amor a la soledad y al silencio.
o Ocuparte de ti mismo.
o Deja las lecturas inútiles.
o Solo sabe hablar bien, quien sabe callar bien.
o Nunca esperes seguridad completa.
Capitulo vigésimo primero.
El arrepentimiento de corazón.
o Cuando muchas veces deberíamos llorar.
o Combate varonilmente.
o Ten los ojos en ti mismo.
Capítulo vigésimo segundo.
La debilidad humana.
Ø La persona de vida interior le molesta mucho las miserias y debilidades de la naturaleza humana.
Ø Oh qué grande es la fragilidad humana.
Ø Enmendemos.
Ø Tengamos progreso espiritual.
Capítulo vigésimo tercero.
Reflexiones acerca de la muerte.
o Si tuvieras una conciencia limpia no temerías tanto a la muerte.
o Más peligroso el largo vivir; porque se cometen mas pecados.
o Después de que te hayas muerto, quien se acordara de ti?
o Guarda tu corazón.
Capítulo vigésimo cuarto.
El juicio y los castigos que esperan a los pecadores.
o Lo sensible sea dirigido por voluntad y el espíritu.
o Perdonar de todo corazón.
o Dominar los propios vicios.
o Quien descuida el templo de Dios.
o Trampas de los enemigos del alma.
Capítulo vigésimo quinto.
De la fervorosa enmienda en toda nuestra vida.



La fuerte resistencia.
Lo firme y lo invencible.


